Refrigerantes naturales: una transición que no acaba de materializarse en Latinoamérica

Frente al uso de refrigerantes sintéticos, asociado con el daño a la capa de ozono y el calentamiento global, la transición hacia refrigerantes llamados “naturales” emerge como una alternativa prometedora, en términos de eficiencia y sostenibilidad ambiental.

Aunque puede hablarse de avances en el entorno latinoamericano, aún queda mucho camino por recorrer. Entre los temas pendientes se encuentran la necesidad de concretar mayores cambios tecnológicos, avanzar en la capacitación y actualización del sector, así como en la implementación de un contexto legal adecuado y suficiente.

Desafíos actuales

De acuerdo con los expertos consultados, el uso de refrigerantes naturales en la región afronta varias desventajas desde el punto de vista financiero y técnico.

“Por ejemplo, el CO2 en modo transcrítico es muy ineficiente en lugares con temperaturas ambiente por arriba de 25°C. Además, los costos de inversión y mantenimiento son muy altos, lo cual influye en su factibilidad para un mercado como el latinoamericano”, afirma Miguel Ángel Escamilla-Escarcega, líder de Desarrollo de Nuevos Negocios en México, CAC y la región Andina de la compañía Chemours.

Con respecto al propano, menciona que su carga máxima permitida es de solo 150 gramos, debido a su alta inflamabilidad. “Esta restricción limita su uso únicamente a sistemas autocontenidos como refrigeradores domésticos y comerciales”, precisa.

Asimismo, el ejecutivo dice que, en términos generales, la región no cuenta con personal técnico adecuadamente preparado para trabajar con refrigerantes naturales como el CO.

A este particular también se refiere el ingeniero Gildardo Yañez, gerente de Capacitación y Aplicaciones de la compañía Bohn en México: “Muchos técnicos y profesionales del sector aún necesitan adquirir conocimientos sobre el manejo seguro y eficiente de refrigerantes naturales como el R600a y del R290; y saber cuáles son los refrigerantes que más se están utilizando en aplicaciones de refrigeración doméstica, aire acondicionado, refrigeración comercial autocontenida y chillers”, comenta.

De igual forma, Yañez señala la deficiente accesibilidad a refrigerantes naturales en la región, argumentando que aunque su uso está en aumento, todavía hay limitaciones en la disponibilidad y en la infraestructura necesaria para su distribución y almacenamiento.

“En el caso del dióxido de carbono se requiere que tenga un nivel de pureza suficiente para aplicarse en un sistema de refrigeración. Por ello, es frecuente que este refrigerante se tenga que importar, debido a que no siempre está disponible en nuestros países. En cuanto al nivel de adopción en Latinoamérica, puedo decir que está creciendo gradualmente, especialmente en lugares donde se están adoptando regulaciones más estrictas en cuanto al uso de sustancias con alto potencial de calentamiento global”, añade.

En definitiva, el experto reflexiona que aún queda mucho por hacer en términos de concienciación, capacitación y acceso a tecnologías que faciliten la transición hacia la siguiente generación de refrigerantes inflamables.

¿Qué se está haciendo?

A pesar de los desafíos, muchas empresas de Latinoamérica se mantienen firmes en su apuesta por los refrigerantes naturales y demuestran su compromiso con la promoción de su uso. No obstante, los expertos advierten que este no ha sido, ni será, un proceso sencillo.

“Las empresas que están desarrollando esta tecnología la están promoviendo, pero sin obtener una gran aceptación aún. Los refrigerantes más usados en Latinoamérica siguen siendo los HCFC, como el R22; y los HFC, como el R404A, R410A y el R134a”, apunta Miguel Ángel Escamilla-Escarcega.

Gildardo Yañez concuerda al manifestar que existe un movimiento creciente hacia el uso de refrigerantes naturales en la industria de la refrigeración y en que las empresas y asociaciones están tomando medidas para promover esta transición.

“Una de las principales acciones es la capacitación. Estamos ofreciendo cursos y talleres para ingenieros, técnicos y profesionales del sector, en los cuales se resalta la importancia y los beneficios de refrigerantes naturales como el R290, así como las técnicas adecuadas para su manejo y aplicación”, expresa.

En opinión de Yañez, a pesar de los intentos por implementar la aplicación de dióxido de carbono CO2 R744 en sistemas de supermercados a nivel regional, el costo de la tecnología y las temperaturas promedio de cada país han hecho que la iniciativa no avance a la velocidad esperada. Sin embargo, se muestra confiado en que este refrigerante se va a posicionar más adelante en el sector industrial, donde las instalaciones suelen rebasar las 125 toneladas de refrigeración.

“Ese es el futuro nicho de aplicación del CO2 en América Latina. En proyectos industriales se logran alcanzar los niveles de eficiencia máxima cuando se usa en conexión subcrítica, usando chillers de amoniaco NH3 R717 como medio de condensación. Y en un futuro cercano, también con chillers de propano R290 como medio de condensación. Este hidrocarburo tiene la ventaja de poder trabajar en condiciones de temperatura extrema sin utilizar agua”, sostiene.

Precisamente, recientemente se conoció que el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (ISE) desarrolló en Alemania un modelo funcional correspondiente a un sistema de refrigeración a base de propano.

“La carga de refrigerante de la unidad es de 12,8 gramos por kilovatio, aproximadamente una quinta parte de la carga de propano de los sistemas convencionales”, afirmó Lena Schnabel, jefa del Departamento de Calefacción y Refrigeración de Fraunhofer ISE, quien explicó que, de esta manera, el módulo no tiene restricciones para su instalación en interiores, gracias a que su carga de refrigerante propano no supera el límite de 150 gramos.

De todas formas, parece haber un consenso sobre la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo de estas propuestas tecnológicas, así como en su implementación en Latinoamérica, a fin de impulsar el uso de sustancias como el propano y otras alternativas ambientalmente sustentables.

Entre estas últimas, se incluyen los HFO´s y los HFO´s blends como el R-449A y el R-454C para refrigeración comercial, el R-513A para chillers, el R-452A para transporte refrigerado y el R-454B, calificado como el “nuevo estándar del aire acondicionado” por el ingeniero Miguel Ángel Escamilla.

Capacitación, un elemento clave

Las diferentes fuentes consultadas indicaron también que un buen nivel de conocimiento y capacitación en refrigerantes naturales resulta esencial para encarar un futuro durante el cual aspectos como la eficiencia y la sostenibilidad serán cada vez más prioritarios.

Asimismo, señalan la importancia de contar con normas y regulaciones del orden local e internacional relacionadas con los refrigerantes inflamables para garantizar su uso adecuado y seguro.

“Los actores involucrados se deben capacitar con el fabricante de la tecnología respectiva para poder manejar estos refrigerantes, ya que suelen ser sustancias tóxicas, inflamables o con altas presiones”, menciona, por ejemplo, el ejecutivo de Chemours.

Gildardo Yañez va incluso más allá, al afirmar que la capacitación técnica es fundamental para avanzar hacia una refrigeración más sostenible y respetuosa con el ambiente, agregando que se están haciendo esfuerzos para mejorar la formación en este campo.

“Instituciones educativas como el SENA, en Colombia, y organizaciones como la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), están llevando a cabo programas de capacitación específicos sobre refrigerantes naturales. Estos programas cubren temas como la seguridad en el manejo, la selección y diseño de sistemas, el mantenimiento preventivo y correctivo, así como las técnicas de detección de fugas”, comenta.

Entre estas actividades de sensibilización y divulgación se incluyen seminarios, conferencias y materiales educativos que están dirigidos a técnicos, empresarios y tomadores de decisiones de la industria de la refrigeración.

Normatividad: en ciernes

En Latinoamérica, la mayor parte de los países han ratificado el Protocolo de Montreal, el gran acuerdo internacional diseñado para proteger la capa de ozono mediante la regulación de sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC), los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y otros compuestos utilizados como refrigerantes.

Adicionalmente, algunos países de la región cuentan con regulaciones propias, relacionadas con el tema. Por ejemplo, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia ha invitado al uso de refrigerantes naturales, estableciendo directrices para su manejo seguro, incluyendo la capacitación de personal, la prevención de fugas y la gestión adecuada de dichos gases al final de su vida útil.

Por su parte, el Ministerio de la Producción del Perú ha impulsado iniciativas para “promover el uso de refrigerantes HFC con bajo potencial de calentamiento atmosférico (PCA) y el uso de refrigerantes naturales como el R-290 (Propano), R-600a (Isobutano), R-717 (Amoníaco), R-744 (Dióxido de Carbono) que tienen bajo PCA”, según lo ha explicado el ingeniero Ernesto Sanguinetti.

También la Secretaría de Energía de México ha emitido conceptos legales en los cuales se definen, entre otros, los requisitos de eficiencia energética para soluciones de refrigeración doméstica y comercial, incluyendo los equipos que utilizan refrigerantes naturales.

En el mismo sentido, países como Brasil, Argentina y Chile han venido desarrollando regulaciones que incluyen consideraciones sobre el manejo y uso de los gases refrigerantes, entre ellos los naturales.

Sin embargo, muchas de estas leyes aún no tienen el alcance requerido para generar cambios estructurales y su aplicación varía ampliamente entre un país y otro.

Perspectivas para el futuro

Innegablemente, desde Argentina hasta México, los países de Latinoamérica están explorando activamente la implementación de los refrigerantes naturales como parte de sus estrategias para cumplir sus compromisos internacionales de reducción de emisiones y protección del medio ambiente.

Con regulaciones en desarrollo y una creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad, el panorama de la refrigeración en la región está comenzando a experimentar una transformación significativa.

Sin embargo, en la región la transición no avanza tan rápido cómo debería y podría.

En los años venideros, las iniciativas empresariales locales, el fortalecimiento de los marcos regulatorios nacionales y el establecimiento de instancias para intercambiar y enriquecer experiencias y aprendizajes serán algunas de las acciones decisivas para que la industria HVAC regional avance un paso más en el fortalecimiento de su competitividad, mediante la generalización del uso de los refrigerantes naturales.

Fuentes:

– Álvaro León Pérez Sepúlveda

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