Co2 en el ojo de la controversia
El Global Forum for Advanced Climate Technologies (GlobalFACT), organización que promueve la información y discusión sobre tecnologías con bajo potencial de calentamiento global (GWP en sus siglas en inglés) en pro de la protección del medio ambiente, ha sido severo en sus publicaciones respecto al uso comercial del CO2.
.
En un video informativo llamado “Puntos de presión: desventajas de la refrigeración basada en CO2”, publicado en julio de este año, la ONG aseguró que los sistemas de refrigeración basados en CO2 se quedan cortos frente a las necesidades de los supermercados, que incluyen aumentar las ventas, reducir los costos y cumplir con las regulaciones. “No son fiables, energéticamente eficientes, rentables ni fáciles de mantener”.
.
La crítica de la GlobalFACT se centra en que si bien este gas tiene bajo GWP, debido a que requiere trabajar a altas presiones, precisa de sistemas que no son eficientes energéticamente. Asimismo, enfatiza en que solo el 10 % de las emisiones contaminantes de los sistemas de refrigeración se relaciona a las emisiones directas, mientras el 90 % tiene que ver con el requerimiento energético.
.
Si analizamos esta situación nos daremos cuenta de que el problema va más allá del gas refrigerante: hay una limitación en la tecnología que utiliza este compuesto, asunto que ya había sucedido en el pasado.
.
Co2, un camino de ida y vuelta
El texto “CO2 como refrigerante: del pasado al futuro”, publicado en la revista Acta Universitaria de la Universidad de Guanajuato, explica cómo desde 1744 se descubrieron las facultades termodinámicas del CO2, que durante todo el siglo XIX fue el refrigerante predilecto, pero que sale del mercado, luego de la primera guerra mundial, consecuencia del descubrimiento de sintéticos “que ofrecían un mayor desempeño energético en los sistemas de compresión mecánica”.
.
Posteriormente, el documento expone que se vuelve a retomar debido a las evidencias científicas del daño a la capa de ozono de los refrigerantes sintéticos. De ahí ese vaivén histórico. No obstante, lo más relevante del documento es la pertinencia de sus conclusiones, publicadas hace ya 10 años, que dicen lo siguiente:
.
“La nueva generación de refrigerantes debe cumplir con condiciones especiales, no solo de ser ambientalmente amigables, sino que además deben proporcionar eficiencias energéticas altas en las instalaciones donde sean utilizados […] el reto actual se concentra en la optimización energética de las instalaciones de generación de frío que emplean CO2 como refrigerante”.
.
Al respecto, Carlos dio un ejemplo práctico, con los sistemas tipo Booster que aplican CO2 y operan en régimen transcrítico en ambientes cálidos, penalizando su eficiencia energética: “Los fabricantes emplean múltiples tecnologías y estrategias de control para optimizar la operación en régimen transcrítico, o extender su operación en un régimen subcrítico más eficiente. Algunas de las tecnologías son el enfriamiento adiabático, subenfriamiento a la salida del enfriador de gas, eyectores de líquido y de vapor, evaporadores inundados, sistemas de recuperación de calor y compresor paralelo, entre otros”.
.
Es adecuado destacar, como lo hizo Mauricio, que el refrigerante CO2 es más denso, por lo que requiere de menor cantidad de refrigerante, ocupa equipos más pequeños y “permite manejar capacidades desde unidades condensadoras, hasta 2 megavatios por central”.
.
En búsqueda de una solución sin fisuras
En general, la naturaleza de la Enmienda de Kigali, que profundiza el alcance y contenido del Protocolo de Montreal, impulsó abiertamente el uso de refrigerantes naturales, como parte de su búsqueda de reducir en 0,4 °C el calentamiento global y concretar la protección de la capa de ozono.
.
Pero también se deben sumar esfuerzos en el mejoramiento de la eficiencia energética de los equipos de refrigeración y aire acondicionado, pues hay otras emisiones, más allá de las que generan los agentes refrigerantes, si se busca reducir la generación de gases de efecto invernadero.
.
Hay que tener en cuenta que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 2019, las emisiones siguieron aumentando y alcanzaron el máximo histórico de 60 gigatoneladas de CO2 equivalente. Asimismo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), compartió en 2022 que las emisiones mundiales de CO2 recuperaron su senda previa a la pandemia.
.
En ese sentido, una ventaja es que la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC) y los países en desarrollo G77+China, lograron en el marco de la COP 27 (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático realizada este este año), garantizar la creación de un fondo independiente y específico para que los países en desarrollo, específicamente los más vulnerables al cambio climático, puedan enfrentar las pérdidas y daños relacionados a este fenómeno.
.
En conclusión, la migración a refrigerantes naturales, de la mano de este nuevo fondo y la transformación tecnológica, es relevante para allanar el terreno de un cambio que contribuya al sostenimiento medioambiental, desde la industria HVAC en Latinoamérica, especialmente en su uso comercial, que es uno de los más extendidos en nuestra región.
.
Fuentes:
– Ing. Angel Fulqui
– Iris Montoya Ricaurte (Editora)
Periodista con amplia experiencia en corrección de estilo
y generación de contenidos de valor para el sector especializado
imontoya@latinpressinc.com